La pirometalurgia es
una rama de la metalurgia extractiva en la que se emplean
procesos para obtención y refino o refinación de metales utilizando calor, como en el caso de
la fundición.
Es
la técnica más antigua para extracción de metales. Permite obtener metales a
partir de sus menas, directamente
o después de concentradas, por
medio de calor. Se trata principalmente de extraer –del mineral– el metal,
mediante separación –de la ganga–
del mineral y purificación de los metales. El rango de temperaturas suele
superar los 950 °C.
Para
mantener la temperatura a la que el proceso se lleva a cabo, la mayoría de los
procesos pirometalúrgicos requiere aporte de energía. Esta energía la
proporciona generalmente la reacción
exotérmica de alguna variedad de carbón, como el coque, o la energía eléctrica. Según
sea el proceso, se añade un agente
reductor, que puede ser el combustible. Cuando la reacción exotérmica del
material de partida es suficiente para mantener la temperatura del proceso (es
decir, sin adición de combustible o de electricidad), se dice que el proceso es autógeno.
La
pirometalurgia se emplea mucho porque es más rápida y puede procesar grandes
cantidades de mineral. Los demerita una desventaja ambiental: son altamente
contaminantes, pues emiten SO2 (anhídrido sulfuroso)
y CO2 (anhídrido carbónico)
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